A los Feligreses de San Diego:
Conforme se acercaba la fiesta de Corpus Christi el pasado mes de junio, parecía que la comunidad católica de la Diócesis de San Diego pronto podría regresar a las celebraciones públicas de la Eucaristía en nuestras iglesias. Conociendo el profundo amor de nuestra gente por la Eucaristía, estábamos seguros que se vislumbraba un regreso a la vigorosa asistencia a Misa y una caída en la amenaza de la pandemia. Como ya sabemos, esa seguridad carecía de fundamentos.
Hasta hoy, Covid tiene una fuerte presencia en nuestra región. Aún en estados como California, que se movieron rápidamente para contener la propagación del virus, están aumentando los números de casos de la enfermedad que amenaza con un ciclo contínuo de alzas en muertes y contagios.
El gobernador ha tenido que suspender muchos elementos de la vida pública que ya habían regresado, el más triste de ellos, la celebración de la Eucaristía dentro de las iglesias o cualquier otro edificio. A partir del 15 de julio, será ilegal realizar servicios de adoración en interior en los Condados de San Diego e Imperial.
La cuestión de la legalidad es un elemento clave en la decisión que ahora me veo obligado a tomar sobre la celebración de la Eucaristía durante las próximas semanas. Pero no es la única. El tema de adoración en interior, enfrenta a la Iglesia de San Diego a una decisión profundamente moral. Al tomarla, debemos tener en mente la centralidad de la Eucaristía, y la obligación de la Iglesia en asegurar que nuestra adoración pública no afecté la vida y bienestar de nuestros fieles.
El sensus fidei (sentido de los fieles) goza de un fuerte reclamo en un momento como este. Todos hemos sido edificados por la fe de quienes han regresado a la Eucaristía en semanas recientes. Pero el hecho de que solamente el 20 a 25% de los asistentes a Misa en condiciones normales haya regresado demuestra que 75% de nuestra gente que ama la Eucaristía y asiste a Misa regularmente consideran peligroso regresar a Misa en estos momentos.
Es este testimonio lo que principalmente determinó mi decisión. Nos vemos obligados a suspender todas las celebraciones en interior -sea la Eucaristía o cualquier otra adoración pública- en la Diócesis de San Diego, excepto por Misas con transmisión en vivo, las cuales contarán con un pequeño número de ministros necesarios para poder realizar la transmisión.
Realizar Misa al exterior es una alternativa para la mayoría de nuestras parroquias. Y un amplio número de hombres y mujeres de parroquias en las que no se pueden realizar celebraciones al aire libre están a una corta distancia de otra parroquia. Las celebraciones al exterior ofrecen un escenario más saludable para realizar la Misa en tiempos de una pandemia creciente. También ayudan a disminuir los temores de las personas. Por lo tanto, la decisión de pasar a la adoración al aire libre es un esfuerzo razonable para hacer que estas celebraciones sean más seguras en un momento de creciente riesgo en la sociedad.
Sobretodo, realizar las celebraciones de la Eucaristía al aire libre permitirá que les podamos seguir ofreciendo Misa a nuestra gente.
Estos son días tremendamente difíciles. Como los apóstoles en el lago, hemos sido llamados a internarnos en aguas profundas, buscamos el plan y guianza del Señor.
Con tremenda gratitud por tu amor a Dios y a la Iglesia, permanezco
Sinceramente tuyo en Cristo,
Reverendísimo Robert W. McElroy
Obispo de San Diego
Misas al aire libre
- Efectivo el 15 de julio, toda las Misas se llevarán a cabo al exterior en la Diócesis de San Diego.
- Todos deberán ponerse mascarilla y mantener distancia social.
- Usted posiblemente tendrá que llevar su propia silla y sombrilla; consulte la página de su parroquia.
- La mayoría de las parroquias continuarán transmitiendo en vivo sus Misas; consulte con su parroquia los días y tiempos que están disponibles.
- El Obispo ha dispensado a los fieles de la Diócesis de la obligación de atender a la Misa Dominical hasta nueva orden.