Unidad cultural

Unidos en la acción

La Oficina para las Comunidades Étnicas e Interculturales de nuestra diócesis es un poderoso testimonio de los numerosos dones de cada cultura y comunidad, y de cómo nuestra Iglesia se hace más fuerte, mejor, más rica y más profunda gracias a ellos.

 

La Oficina da testimonio de que somos más fuertes en el mundo cuando permanecemos unidos como Un solo Cuerpo. Y que nosotros, los pueblos de todas las tierras, somos hermanos y hermanas en Cristo, y estamos llamados a servirnos unos a otros, a respetarnos unos a otros, a tendernos la mano unos a otros, a acompañarnos unos a otros en este mundo.

 

Esta hermandad sirve como respuesta potente a las fuerzas corrosivas de nuestra sociedad que tratan de dividir a individuos, vecinos y países. Al fomentar el entendimiento y la unidad entre todas nuestras comunidades, la Oficina sirve no sólo a nuestra Iglesia local, sino a la sociedad en su conjunto.

 

Ya sea celebrando las tradiciones de fe propias de cada comunidad o Reunidos en unidad, la Oficina invita a cada católico a descubrir sus propias raíces culturales y las múltiples expresiones de nuestra Iglesia verdaderamente universal.

 

- Cardenal Robert W. McElroy

Estatua que representa a una mujer coronada con un niño en brazos, rodeada de figuras de diversas etnias y edades. El manto de la mujer es dorado y blanco, y las figuras están sobre una base en forma de nube con la inscripción "Nuestra Señora, Madre de la Iglesia".

Misión

La Oficina para las Comunidades Étnicas e Interculturales está comprometida con la inclusión y la participación más plena de todo el pueblo de Dios en la vida y el ministerio de la Iglesia, construyendo su identidad católica en un espíritu de unidad
en la diversidad.

 

La Oficina, en colaboración con Ministerios Pastorales Diocesanos y organizaciones, proporciona recursos y servicios que:

El interior de la iglesia es espacioso, con bancos de madera dispuestos en filas, columnas de piedra que sostienen techos arqueados y un altar prominente en la parte delantera. Las paredes están decoradas con vidrieras y en primer plano se ve una pila bautismal.

Protocolo para sacerdotes visitantes

En la Diócesis de San Diego, TODO clero de fuera de la diócesis que vaya a participar en un ministerio dentro de la Diócesis, debe presentar un Testimonio de Idoneidad antes de su visita. Estos documentos deben estar fechados dentro de los tres (3) meses del evento(s).

Además, los grupos parroquiales y diocesanos deben tener los Detalles del Evento Ministerial aprobados por su párroco y el Vicario para el Clero antes de extender invitaciones al clero y religiosos.

Para más información, contacte al Vicario para el Clero
(858) 490-8200

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Sobre el escudo de armas

El escudo del obispo Pulido está dividido en cuatro cuarteles con líneas horizontales onduladas de arriba abajo. Las líneas azules y blancas representan a la Santísima Virgen María. También sugieren el agua, que alude a Jesús lavando los pies de sus discípulos y a las aguas del bautismo. Las líneas rojas y doradas representan el Espíritu Santo y el fuego. Los colores también hacen referencia a la Sangre que (junto con el agua) brotó del costado de Jesús en su crucifixión, así como al pan (oro) y al vino (rojo) transformados en la Eucaristía. En el centro hay un medallón con una representación simbólica del "mandatum" (lavatorio de los pies), que, en su opinión, ejemplifica el servicio a toda la humanidad. El borde exterior del medallón es una línea compuesta de pequeñas jorobas, tomada del escudo de armas de la diócesis de Yakima, donde el obispo Pulido fue sacerdote antes de ser nombrado obispo.

Sobre el escudo de armas

El escudo de armas del obispo Pham representa un barco rojo en un océano azul, atravesado por líneas diagonales que sugieren la red de un pescador. Esto simboliza su ministerio como "pescador de hombres", así como el hecho de que su propio padre fuera pescador. La barca es también un símbolo de la Iglesia, a la que se suele llamar "la barca de Pedro". En el centro de la vela hay una colmena roja (símbolo del santo patrón bautismal del obispo, San Juan Crisóstomo, conocido como predicador de "lengua de miel"). La colmena está rodeada por dos ramas de palma verdes (antiguo símbolo del martirio; los antepasados del obispo fueron de los primeros mártires de Vietnam). Las ocho lenguas de fuego rojas que rodean la barca son un símbolo del Espíritu Santo y una representación de la diversidad de comunidades étnicas y culturales. El rojo de la barca, la colmena y las lenguas de fuego aluden a la sangre de los mártires.

Sobre el escudo de armas

El escudo combina símbolos que reflejan la vida espiritual y el ministerio sacerdotal del obispo Bejarano. La parte principal del escudo muestra cuatro líneas verticales onduladas sobre fondo dorado. Representan aguas que fluyen. Esto alude a su lema elegido y también simboliza las gracias que proceden de la vida divina para saciar nuestra sed de Dios. El tercio superior del escudo es rojo porque está tomado del escudo de armas de la Orden de la Merced, a la que pertenecía el santo patrón del obispo, Raimundo Nonato. El símbolo central se asemeja a una custodia porque San Raimundo es representado a menudo sosteniéndola. La Eucaristía es la inspiración de la vocación del obispo Bejarano. Fue a través de la Eucaristía que recibió su llamada al sacerdocio a la edad de siete años y que mantiene su fe y su ministerio. Representa la llamada a ofrecerse como sacrificio vivo. La custodia está flanqueada a ambos lados por una imagen del Sagrado Corazón, aludiendo a la misericordia de Dios y haciéndose eco de la idea de una ofrenda sacrificial de uno mismo unida al sacrificio de Cristo, y de una rosa para la Virgen. Es una alusión a Nuestra Señora de Guadalupe, patrona de las Américas, y pone de relieve la herencia hispana del obispo.

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