Le damos la bienvenida
La Iglesia acoge a nuevos miembros para compartir el poder salvador de su fundador, Jesucristo. La Iglesia en todo el mundo acoge a toda la humanidad con los brazos abiertos. Pero este hermoso regalo comienza localmente en la comunidad católica o en la iglesia parroquial.
El primer paso es que las personas se pongan en contacto con su parroquia católica local. Las parroquias tienen equipos de profesores, o catequistas, que ayudan a las personas en este camino. Pueden adaptar el proceso para que sea adecuado a la edad, abordar cualquier necesidad o circunstancia especial y responder a situaciones de emergencia.
Proceso de adhesión a la Comunidad Cristiana
Después de tomar la decisión
Para ser cristiano, hay que seguir a Jesucristo y ser bautizado en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. En el sacramento del Bautismo, se lavan todos los pecados y comienza una nueva vida como seguidor de Jesús. El individuo se convierte formalmente en miembro de la Iglesia, capacitado para vivir la vida de la gracia.
Para los bebés y los niños menores de 7 años, este compromiso se hace en su nombre por sus padres, padrinos y la comunidad cristiana. Una vez que el individuo alcanza la edad de 7 años, se considera que es capaz de tomar esta decisión adulta de seguir a Jesús. La Iglesia dispone de un proceso milenario para ello que llamamos Rito de Iniciación Cristiana de Adultos ("RICA" para abreviar) o, más propiamente, Orden de Iniciación Cristiana para Adultos (OICA).
Comienza el proceso de puesta en común
En este proceso, el individuo se preparará para recibir los tres Sacramentos de Iniciación (Bautismo, Confirmación y Eucaristía) que le convertirán en miembro plenamente iniciado de la comunidad cristiana. El objetivo es ayudar a las personas a integrarse en la vida de la Iglesia aprendiendo cómo reza la Iglesia y lo que enseña, y cómo se vive en nuestro mundo. Por tanto, no se trata de un programa específico, sino de compartir el modo de vida cristiano. Esta enseñanza se ofrece a todos los pueblos diversos de la comunidad local y se adapta a su lengua y a sus necesidades. En nuestra diócesis, se ofrece principalmente en inglés, español y vietnamita.
Cada rito sagrado está lleno de belleza y significado y acompaña al individuo a lo largo de su camino.
Reflexión e investigación
El camino comienza con una fase de Indagación, conocida como Período de Evangelización y Precatecumenado. Esta etapa dura tanto como sea necesario y es un tiempo para que los individuos reflexionen y se hagan preguntas. Se les presenta el estilo de vida cristiano y tienen la libertad de explorar lo que significa ser seguidor
de Jesús.
Cuando las personas están preparadas para dar el siguiente paso y entrar formalmente en la Iglesia, participan en el primer rito, llamado Rito de Aceptación en la Orden de los Catecúmenos. En esta celebración, la Iglesia acepta su respuesta a la llamada de Dios a la conversión. En este período, los "catecúmenos" continúan aprendiendo el estilo de vida cristiano en su parroquia. Este período debe durar al menos un año para que los individuos puedan vivir todas las estaciones del año eclesiástico.
Una vez que la Iglesia confirma su preparación, los catecúmenos comienzan el período final de preparación para los Sacramentos que tiene lugar durante el tiempo santo de Cuaresma. Se unen a la comunidad cristiana en el tiempo sagrado de preparación para la celebración de la Resurrección del Señor en Pascua.
Ritos de iniciación
Los catecúmenos participan en el Rito de Elección, presidido por el obispo local, donde son "elegidos" por Dios para recibir los Sacramentos en Pascua. El individuo es entonces oficialmente miembro de los Elegidos y entra en el Período de Purificación e Iluminación. Este período está marcado por la reflexión sobre la conversión como último paso antes del Bautismo.
Después, cuando la Iglesia celebra la Pascua, los Elegidos dan una gran alegría a toda la comunidad cristiana al recibir el Bautismo, la Confirmación y la Eucaristía en la Vigilia Pascual. Han completado su camino hacia los Sacramentos y comenzado su vida cristiana, lo que les lleva a la fase final, el Período
de Mistagogía.
Durante este tiempo, que formalmente dura un año, profundizan en su comprensión de lo que significa vivir una vida cristiana, ¡algo que todos los cristianos hacemos a lo largo de nuestra vida!
La familia da la bienvenida a nuevos miembros
Este proceso se centra en los no bautizados que buscan a Jesucristo, pero hay un proceso similar para los que fueron bautizados cristianos pero buscan unirse formalmente a la Iglesia Católica. Su camino es distinto al de los catecúmenos, pero siguen un proceso similar de aprendizaje, reflexión y conversión. Cuando están preparados, hacen una Profesión de Fe formal, declarando su creencia en Cristo y sus enseñanzas, y son recibidos en la Iglesia. En nuestra diócesis, esto suele suceder junto con los elegidos en la Vigilia Pascual, donde reciben los sacramentos de la Confirmación y la Eucaristía.
Cuando los individuos se unen formalmente a la Iglesia, es un momento de alegría para ellos, para su comunidad parroquial y para toda la Iglesia, ya que han pasado a formar parte de una familia mundial unida en Cristo.