La diócesis católica de San Diego espera que todos los fieles lleven mascarilla en sus misas públicas y otros servicios en lugares cerrados, independientemente de su estado de vacunación, a partir del 15 de diciembre. Ese día entra en vigor un nuevo mandato estatal, anunciado por el Departamento de Salud Pública de California para responder al aumento de casos y hospitalizaciones en todo el estado y a la detección de la variante Omicron.
La diócesis anunció el requisito de la máscara el 14 de diciembre en una carta del obispo auxiliar John Dolan a los párrocos.
"Pedimos a todos los feligreses que, por preocupación por su propio riesgo personal para la salud debido a la nueva variante y la preocupación general por la salud de los demás, cumplan con el nuevo requisito", escribió el obispo Dolan en su carta.
El mandato estará en vigor hasta el 15 de enero de 2022, fecha en la que las autoridades sanitarias estatales dijeron que se reevaluaría. Es la última orden emitida por el estado para frenar la propagación del COVID-19, que se había cobrado la vida de más de 74.700 californianos hasta mediados de diciembre, a un ritmo medio de 49 al día.