Se ha producido una filtración sin precedentes de un borrador de opinión del Tribunal Supremo de Estados Unidos que sugiere que el tribunal podría anular el caso Roe contra Wade, una decisión de 1973 que legalizó ampliamente el aborto en Estados Unidos. Anular esta decisión y devolver la competencia sobre el aborto a los estados ha sido un objetivo de sus detractores durante casi 50 años.
Aunque el presidente del Tribunal Supremo de Estados Unidos, John Roberts, ha reconocido que el borrador filtrado es auténtico, es importante recordar que sigue siendo un borrador y que aún no es una opinión oficial del Tribunal Supremo. Se espera que el tribunal haga pública su opinión final a finales de junio o principios de julio en el caso conocido como Dobbs contra la Organización de Salud de la Mujer de Jackson, que cuestiona la constitucionalidad de una ley que Misisipi aprobó en 2018 y que prohíbe la mayoría de las operaciones de aborto después de las primeras 15 semanas de embarazo.
Como reacción al proyecto de dictamen, los partidarios del derecho al aborto en California, encabezados por el gobernador Gavin Newsom, han propuesto más de 20 proyectos de ley, incluida una enmienda a la Constitución estatal que haría del aborto un derecho constitucional en el estado.
A continuación figura una declaración emitida por la Conferencia Católica de California en nombre del obispo Robert McElroy, de la diócesis de San Diego, y de los 12 obispos de California, en la que reconocen la filtración y piden a los católicos y a otras personas preocupadas por la santidad de la vida que se opongan a enmendar la constitución estatal para crear cualquier derecho al aborto.
Consulta este espacio regularmente para obtener actualizaciones e información adicional sobre cómo puedes ayudar. La filtración del borrador de la sentencia del Tribunal Supremo en el caso Dobbs provocó que el gobernador y los líderes legislativos de California anunciaran su intención de crear una enmienda constitucional en California para proteger el derecho al aborto . Esto destruirá vidas, familias y limitará significativamente la capacidad de la Iglesia Católica en California para proteger a los no nacidos.
Este es el momento para que la Iglesia y sus 12 millones de católicos se comprometan con sus comunidades, se opongan activa y públicamente a esta enmienda, y cumplan con nuestra responsabilidad bautismal de proteger la vida en cada etapa, y en cada oportunidad.