El obispo católico de San Diego, Robert McElroy, emitió la siguiente declaración el 1 de junio de 2020, a la luz del asesinato de George Floyd y las protestas que estallaron en todo el país, incluido este condado:
"Una tristeza profunda y paralizante envuelve a esta nación que amamos tan profundamente. El peligro y la carga de una pandemia nos han agotado. Nos hemos quedado aislados, apartados de muchas de las alegrías que dan sentido a nuestras vidas y, en muchos casos, apartados de la bendición de la propia familia. Mientras que en la mayoría de los momentos un trauma semejante para nuestra sociedad habría creado un vigoroso sentimiento de unidad y solidaridad, en este momento ha creado división y alienación. Nuestra economía ha sufrido un paro cardíaco, y el miedo a la caída libre económica se bate en duelo con el peligro de pandemia para desdibujar el camino a seguir. Estamos agotados.
"Y junto a este agotamiento de todo nuestro pueblo, la falla sísmica que constituye la mayor vergüenza del pasado y del presente de nuestra nación -nuestro legado de prejuicios raciales, violencia y silencio- ha estallado una vez más y ahora desgarra el tejido de nuestra sociedad. La muerte de un hombre -en el asesinato de George Floyd- transmite la maldad de 400 años de opresión racial. Las palabras de un hombre - "No puedo respirar"- captan el poder omnipresente e insidioso de los prejuicios raciales que están arraigados en las estructuras de la vida pública estadounidense y en sus sistemas jurídico, político y económico.
"¿Dónde reside la gracia en un momento como éste?
"Radica en comprender que una auténtica curación para nuestra nación sólo puede encontrarse en un esfuerzo radical por acompañar a la comunidad afroamericana en su hastío y rabia y esperanza y desesperación que se han formado y deformado sobre el yunque del racismo. La nuestra no debe ser una respuesta episódica que busque calmar las aguas de la agitación racial y luego volver a la normalidad. La única respuesta moral auténtica a este momento de la historia de nuestra nación es una conversión sostenida del corazón y del alma para comprender genuinamente el mal abrumador del racismo en nuestra sociedad, y negarnos a descansar hasta que lo hayamos desarraigado."
"¿Dónde reside la gracia en un momento como éste?
"Está en las palabras de Terrence Floyd, hermano de George Floyd, que en medio de un dolor abrumador señaló el camino a seguir para nuestra nación cuando pidió una unidad pacífica que sustituyera a la unidad destructiva del saqueo, la violencia, el nacionalismo divisivo y el tribalismo partidista. Nos encontramos en un momento que exige un compromiso imparable para forjar una nueva solidaridad en nuestra nación, encontrando en el propio sufrimiento de estos últimos meses una base para la compasión y la unidad, la amistad y la paz.
"¿Dónde reside la gracia en un momento como éste?
"Radica en saber que la presencia de Dios nos rodea en estos días de tristeza y pérdida, y nos llama a la conversión moral y espiritual, para que el alma de nuestra nación pueda renovarse y nuestros ojos puedan ver verdaderamente la Gloria de la venida del Señor una vez más en medio de nosotros."