(SAN DIEGO, 13 de junio de 2024) - En una carta a los feligreses y al clero publicada hoy, el Cardenal Robert McElroy, Obispo de San Diego, anunció que la Diócesis Católica Romana de San Diego se declararía en bancarrota bajo el Capítulo 11 el lunes 17 de junio. La acción se produce 16 meses después de que el cardenal McElroy dijera que la diócesis estaba considerando la posibilidad de declararse en quiebra como medio para lograr un acuerdo justo con los supervivientes de abusos y un año después de que la diócesis confirmara que se declararía en quiebra y comenzara la mediación con los abogados de los supervivientes de abusos.
En su carta, el cardenal afirma que "la diócesis se enfrenta a dos imperiosas exigencias morales a la hora de abordar el proceso de acuerdo: la necesidad de una compensación justa para las víctimas de abusos sexuales y la necesidad de continuar la misión de la Iglesia de educación, servicio pastoral y acercamiento a los pobres y marginados".
"La quiebra ofrece la mejor vía para lograr ambas cosas", dijo el cardenal McElroy.
Sólo la diócesis se declara en quiebra. Las parroquias, las Catholic Charities, las escuelas parroquiales y los institutos católicos no lo están y seguirán funcionando con normalidad. Sin embargo, como explica el cardenal McElroy en su carta, "está claro que, como parte de la compensación adecuada a las víctimas de abusos sexuales a menores, tanto las parroquias como los institutos tendrán que contribuir sustancialmente al acuerdo final para que se resuelva la responsabilidad a la que se enfrentan."
En 2019, la Legislatura de California aprobó el AB 218 (Gonzales-Fletcher), que revivió las demandas prescritas que alegaban abuso sexual de menores y abrió una ventana de 3 años (2020-2022) en la que las partes perjudicadas podían presentar demandas. Era la segunda vez que la Legislatura levantaba la prescripción desde 2003. En 2007, la diócesis llegó a un acuerdo por 198 millones de dólares en las demandas presentadas por 144 supervivientes de abusos durante el renacimiento de 2003. En 2023, la reactivación más reciente dio lugar a más de 450 demandas contra la diócesis, casi el 60% de las cuales tienen más de 50 años.
Para terminar, el Cardenal McElroy nos recordó que la razón por la que la Diócesis se enfrenta a la bancarrota es "el fracaso moral de aquellos que abusaron directamente de niños y adolescentes, y el igualmente grande fracaso moral de aquellos que los reasignaron o no estuvieron vigilantes, que condujeron a las heridas psicológicas y espirituales que todavía aplastan los corazones y las almas de tantos hombres y mujeres entre nosotros."
"Los tremendos avances que hemos hecho en los últimos veinte años para proteger a los menores en la Iglesia y fuera de ella no pueden empezar a mitigar la enorme responsabilidad moral que yo, como su obispo, y toda la comunidad católica seguimos teniendo", concluye el cardenal. "Que Dios nunca deje pasar esta vergüenza de nuestra vista, y que la ternura de Dios envuelva a los niños y adolescentes inocentes que fueron víctimas."