¿Puede la sinodalidad convertirse en un elemento más profundo de la vida católica en Estados Unidos? Nuestro proceso actual puede demostrar que sí. Uno de los principales sentimientos expresados en nuestras consultas sinodales diocesanas ha sido que, en ocasiones, el pueblo de Dios no ha sido escuchado ni respondido de manera significativa en la vida institucional de la Iglesia, y temen que el proceso sinodal pueda ser otro de una serie de momentos en los que se suscitan esperanzas sólo para verse frustradas. Pero el actual proceso sinodal ofrece un atisbo de una Iglesia aún por llegar. Cientos de miles de católicos han compartido con la Iglesia sus alegrías, sus penas y sus esperanzas sobre lo que la Iglesia puede ser hoy y mañana.